Esa mezcla de gases dentro de la cual nos movemos (no precisamente como peces en el agua) me ha acariciado esta tarde; levantó en protesta a todos y cada uno de los vellos que ahora asemejan un goloso tratamiento de acupuntura sobre mi piel y me dice al oído..."Tómame, dejame entrar e invadir todo tu cuerpo y taladrar en tu memoria para dejar, punsante, mi grafitti en la tuya testa; lame mi brisa, bebete hasta la embriaguez mis atardeceres, pero...agítame antes de usarme..."
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