La Xhingada es muy buena
para cargar hasta al más gordo de
sus hijos (porque también tiene much@s de
ell@s);
por otro lado lo de tener o no sustancia o apego por la vida
es, por
más paradójico que se oiga, un arcoiris de muchas
tonalidades que a veces te
agarra por las costillas y te puede
apretar hasta sentir lo que llamamos
"angustia"...pero el
hecho de haber pasado por "ahí" y no
haber perecido en el
proceso, nos deja saber que no estamos hechos de cristal;
entristecer, enamorarse, asimilar, desahogarse, alegrarse,
inclusive
"mearte de la risa" ...son todas ellas tonalidades
del mismo arcoiris
antes mencionado que si no gozara mas
que de un tono rosita o gris o del color
que fuera pero sólo
uno en exclusiva, todo esto no tendría sabor alguno que
percibir...y los momentos en los que te encuentras frente a
un banquete de
sabor valen la pena, porque la esencia se
queda grabada como cuando se marca un
animal que te
pertenece con hierro candente...
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