Lo que sucede dentro es semejante al efecto de amarrar las tripas y colgarle al amarre una piedra que cae jalandolo a uno hacia abajo, es como un "dejar vacíos espacios previamente ocupados, habitados". Se dificulta la búsqueda del propio aliento pues el futuro cabalga veloz sobre el propio ego. Hay, si, una presencia que inyecta vida desde un cielo llorón que grita relampagos mientras presencia la más dulce colisión, y por eso con gusto vivo y muero con ella, en la mañana, la tarde y definitivamente durante la noche en que se sube al negro cielo, radiante, luminosa, mi luna hermosa.
Esa imagen es de mi autoria. Saludos
ResponderEliminarAclarar al pie de foto.... gracias 4d2®